El esquí es posiblemente uno de los deportes más bonitos estéticamente y por el incomparable marco donde se practica, montañas cubiertas de nieve. Practicando el esquí además se consigue un indudable desarrollo de nuestra condición física. Es un deporte de montaña que practican millones de personas en todo el mundo, y además es olímpico.
El esquí consiste en desplazarse por la nieve con ayuda de los esquíes (tablas especiales) sujetados a las botas, y dos bastones con los que el esquiador podrá realizar giros, piruetas y controlar su velocidad a su gusto.
Lo necesario para practicar el esquí es un equipo adecuado y nieve, claro. El equipo consta de los esquíes, las botas, las fijaciones para sujetar las botas a los esquíes y los bastones. Sin olvidar el resto del equipo (ropa adecuada para protegerse de las caídas y del frío, guantes, gafas, gorro...); también se aconseja, aunque no es obligatorio, el uso de casco y tortuga, que es una especie de caparazón que protege la espalda de las posibles caídas. En cuanto a las botas, es importante que no impidan la articulación del tobillo. Respecto a los esquíes, pieza clave del equipo, sus medidas, materiales y características dependerán del uso que se les quiera dar (existen variedades de cross country, salto, freestyle, bumps o "moguls", telemark, monoski, etc.); lo mejor es dejarse aconsejar por un esquiador con experiencia o un instructor.
El esquí se divide en cuatro categorías, aunque existen muchas subcategorías:
+Esquí alpino
+Esquí nórdico
+Estilos libres
+Otras modalidades de esquí
Aunque se suele pensar que el esquí es un deporte sólo de invierno, en realidad existen muchos lugares que cuentan con las condiciones climáticas óptimas para practicarlo durante todo el año, especialmente los países que cuentan con glaciares. Es una actividad que no sólo se practica de forma profesional, ya que su popularidad ha permitido la creación de muchas estaciones de esquí que atraen a millones de personas de todas las edades que disfrutan de la experiencia como una forma de recreación.
Y es que no hay nada mejor que practicarlo con la familia y los amigos.
Para practicar esquí es necesario ser instruído por un profesional. La disciplina requiere esfuerzo, tiempo y dinero, ya que, no sólo los implementos son caros, sino también la inversión en transporte, alojamiento y comida; pero merece la pena. Las escuelas de esquí se encuentran en los mismos centros.
Aunque España sea un país caluroso en general, hay fantáticas estaciones de esquí en el norte y en el sur a las que podemos ir. Donde más estaciones hay es en los Pirineos, donde encontramos la estación de Cerler en el Pirineo aragonés, con todo tipo de pistas para todos los niveles, y uno de los mayores desniveles esquiables de la zona.
También destaca la conocida estación de Formigal, en Huesca, el mayor destino de esquí de España (137 km esquiables) y la gran referencia para los amantes de los deportes de nieve.
Junto a Formigal se encuentra la estación de Panticosa, con pistas a más de 2000 metros de altitud sobre el mar.
Y no debemos olvidar las estaciones de Baqueira Beret (Pirineo catalán), - la estación más grande de toda España) -, Jalambre y Valdelinares (Teruel) y la de Sierra Nevada (Granada).
Finalmente, se aconseja esquiar con precaución, usar sólo la pista correspondiente según tu nivel, fijarte bien en los que van por delante tuya para evitar accidentes, evitar detenerte en la pista y respetar las señalizaciones. También es importante cuidar la naturaleza y ser limpio al estar en un centro de esquí. Así que ¡a esquiar!.
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